Después de 8 semanas por Burkina, Togo y Benin, vengo cargada de imágenes y anécdotas para explicar por aquí. De las orugas ya os hablé en otro post, hace tiempo, pero en versión bocata todavía no lo había visto... Aunque la OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que si nos comiéramos insectos y gusanos el hambre desaparecería en el mundo, yo no me veo todavía cocinando oruga en gabardina ni en papillote. Está claro que es un tema cultural, puesto que a Moumouni, mi pareja, el bocata de orugas le parece buenísimo... Aquí os dejo la imagen de su bocadillo, con cebollita salteada, comprado en el mercado de Bobo Dioulasso. Es un plato de temporada (como los percebes, vaya), y las orugas proceden del árbol del karité. Así están de rollizas...
Imma, qué ilusión leerte! :-) Ostras tú con el bocata de orgugas, no sé si sería capaz tampoco... Un beso gordo y voy a seguir leyéndote!
ResponderEliminarGracias Lisi por tu comentario. Quién sabe si las orugas acaban siendo una tendencia gastronómica, ;-)
ResponderEliminarToda una responsabilidad saber que me lees, con lo bien que escribes...!!!