INDISPENSABLE TÉ



No se puede entender el Africa occidental sin el té. En cada esquina hay grupos de amigos o vecinos  en torno a un hornillo de carbón, esperando pacientemente el ritual de "subir" el té mientras hablan. Se toma muy muy concentrado, con mucha azúcar que oculta su regusto amargo y cubierto de la espuma que se produce al lanzarlo 10 ó 15 veces desde  una considerable altura desde la tetera de hierro al vaso para que se oxigene... ¡sin que se les caiga ni una gota fuera!
En la misma tetera se infusiona hasta 3 veces el té: el primero más amargo, el último el más suave. África, es símbolo de bienvenida y excusa de largas y lentas conversaciones. Recuerdo un día que empezamos a hacer el primer té a las 9 de la noche y acabamos el tercero, sin hacer pausas, a la 1 de la mañana: cómo véis, en África se lo toman todo con calma.

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