EL AGUA EN BOLSAS

En Europa, si tienes sed cuando vas por la calle, te compras una botella de agua. En Burkina, te compras una bolsa de agua.
En principio es fantástico, porque es infinítamente más barato (50 cfas, frente a los 600-700 cfas de una botella). Pero... ¿cómo te bebes el agua? Si tienes una tijeras a mano, le haces un corte en una esquina. Si no, utilizas el método "mordisco". Evidentemente, las posibilidades de que lleves una tijeras en tu bolso o mochila, son mínimas, así que el método "mordisco" suele ser el más extendido.
Una vez hecho un orificio en una esquina de la bolsa, entonces puedes verter el contenido en el vaso... si es que tienes vaso en tu mochila o bolsa. Como esa posibilidad también es reducida... pues acabas sorbiendo de la esquina de la bolsa, a la vez que presionas su interior para que el agua salga por el orificio irregular hecho por tus dientes.
Al ser de 1/2 litro, no siempre te acabas el contenido de una sola toma: ahí llega el verdadero problema. Acabas paseando la dichosa bolsa abierta toda la tarde con todos los números de que acabe volcada sobre tus pantalones o en el asiento de un taxi.

Lo mejor es comprar una botella pequeña y verter el agua de la bolsa en ella: así puedes tomar agua cuando quieras, en la cantidad que necesitas (a eso se le llama experiencia...)
El otro gran inconveniente que da ventaja a las botellas: como en Burkina las papeleras brillan por su ausencia, el suelo está lleno de bolsas de agua vacías. En cambio ninguna botella de plástico se tira, porque se reutilizan para almacenar los zumos caseros.

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