GANARSE LA VIDA TODO A 100


Alguna vez ya he hablado de mi cuñada Touma, una mujer de unos 35 años con una hija de 10. El padre las abandonó cuando la niña tenía un par de años, y desde hace 6 vive en Holanda. Touma no recibe de él más que 10 o 15 euros al año para algún regalo para la niña, que ella acepta sin demasiadas quejas. Ella sigue pensando que algún día las llevará a Europa (a ella y a la niña) y mientras, ella se pelea cada día por dar una vida digna a su hija, llevarla a la escuela, vestirla y que sea una niña feliz.
Touma es una superviviente y ha logrado tener un puestecito en el mercado en el que vende bisutería, lacas de uñas, complementos para el cabello y otras baratijas, y que vende a las mujeres del barrio. Las ganancias son 50 o 100 cfas por artículo (10 o 15 céntimos de euro) y a pesar de ello cuando le preguntas, siempre responde que no se queja, que le va bien... A Touma la veo levantarse a las 6 para hacer la colada, ir al mercado central a comprar al mayor, volver, arreglarse e ir siempre elegantemente vestida a vender al mercado. Estas son las mujeres que hay en Africa, las que mantienen las familias, las comunidades, los países. Ellas son las verdaderas supervivientes que hacen posible que, a pesar de todo, África siga funcionando con dignidad.

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